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Literatura prosista
LA LITERATURA EN EL SIGLO XVII
El teatro clásico español - 3ª parte
El ambiente teatral del siglo XVII (continuación)
Los actores
a consideración del actor en la sociedad barroca (y también en siglos posteriores) era bastante pobre. Su tipo de vida, considerado más libre e incluso "licencioso", hizo que fueran un grupo social en cierta manera marginado (hasta el punto de que no podían ser enterrados "en sagrado" como el resto de las personas) y a la vez admirado. Llevaban un tipo de vida diferente, aunque no fuera más que por el hecho de cambiar de personalidad a diario y vivir vidas distintas durante el tiempo de la representación. Era una especie de evasión, de alejarse de la realidad cotidiana y ser por un momento rey, princesa, caballero o dama junto con el actor que lo representaba.
Existían distintos tipos de compañías. Unas eran más estables y estaban autorizadas a representar en los corrales. En 1615 había doce de estas compañías autorizadas. Generalmente eran de tipo familiar, al frente de las cuales estaba el autor, nombre que recibía el director (el escritor era el poeta). Las mujeres ya estaban autorizadas a actuar.
Otro tipo de compañía teatral era la de los cómicos de la legua, que no estaban autorizados a actuar a menos de una legua de las compañías autorizadas. El motivo era económico: las cofradías alquilaban los corrales o contrataban compañías y la aparición de otras dañaba sus intereses. Además, también influía la polémica sobre la permisión o no del teatro como espectáculo, y de esta forma se limitaba el número de compañías, al igual que estaban limitados los días de actuación, la duración del espectáculo y la composición de la compañía.
Los teatros de Europa
El teatro inglés del siglo XVII, al igual que el español, procede de la corriente popular del siglo XVI; sus locales tienen elementos comunes con los corrales españoles (no están fechados) y las obras se basan en temas de la historia nacional y de la tradición literaria y legendaria. Igualmente, la libertad de creación coincide en los dos teatros: mezcla de elementos cómicos y trágicos, no se respetan las unidades y libertad de estilo.
Por el contrario, el teatro clásico francés procede del teatro culto renacentista; se representa en locales cerrados y palaciegos, y tiene un respeto máximo por las tres unidades (acción, lugar, tiempo) y por la clara separación de lo cómico y lo trágico.
En Italia, convivieron las dos formas teatrales, la culta y la popular. Esta última está representada por la commedia dell'arte: teatro popular sin texto prefijado, casi totalmente improvisado y con personajes fijos (Arlequín, Pulcinella, Colombina, el Capitán...) que representan tipos como los criados, los malos, los buenos, etc. La commedia dell'arte italiana influyó en la comedia francesa de Molière y en los escritores clásicos españoles.